viernes, 17 de agosto de 2012

Los pensamientos se agrietan por sobredosis de recuerdos.

Siempre me decían lo mismo; "Cuando quieras dejar de luchar por lo que quieres, recuerda lo que te motivó en un principio a luchar por eso".
Pero, la pregunta es; ¿verdaderamente vale la pena luchar por eso? A lo mejor, lo único que consigues es perder el tiempo, ¿no?
Vale, sí. Es mejor arriesgar que quedarse de brazos cruzados sin saber que podría haber pasado.
Pero, en este caso, hablo de eso que todo el mundo suele llamar "amor".
Lo he pasado mal en este tema, sí; me han ilusionado mucho, me han enamorado a más no poder, me han dicho que valía la pena, que tenía posibilidades; y claro, también se suponía que él no le seguía el rollo a ninguna. Estaba todo perfecto.
Nueve meses luchando por esa persona, tragándome los putos celos, mis sentimientos, mis palabras y mis paranoias.
Paranoias que resultaron ser ciertas. Sí, así es.
Después de llevarme el palo, seguí intentandolo, para que supiera que esos "te quiero" no los decía en falso, que estaba segura de que le he querido más que ninguna otra, que le necesitaba a mi lado, y que nunca había pasado esto con ningún otro.
Al final, acabó siendo un amor imposible, tanto, que ya ni nos hablamos. ¿Genial, eh?
¿Conclusión de toda esta mierda? Pues, simplemente, que la próxima vez, ni desperdiciaré tantísimo tiempo, ni seré tan ingénua; eso lo tengo claro.


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